¿Qué es la Disociación y cuales son sus síntomas?
En este artículo veremos qué es la disociación, y por qué algunas personas tienen esa desconexión con la realidad. Veremos los síntomas de la disociación y cómo manejarla.
¿Qué es la disociación?
Es una desconexión entre la mente y la realidad del momento presente. Esa realidad puede ser externa a la mente, con respecto al mundo que nos rodea; o interna, y entonces la persona se desconecta de su propia actividad mental. Esta desconexión es una estrategia que la mente utiliza para enfrentarse a momentos de gran estrés o situaciones traumáticas, protege a la mente de la sobrecarga que suponen esos eventos y sus recuerdos, pero impiden a la mente procesarlos e integrarlos.
Cuando se experimenta de forma prolongada, se puede crear un patrón de respuesta al estrés que dificulta la adaptación social. Cuando se presenta esta desconexión de forma crónica, se dice que presenta un Trastorno Disociativo.
¿Cuáles son los síntomas de la disociación?
Tras conocer el significado de este término que hace referencia a la realidad, veamos ahora cuáles son los síntomas de la disociación:
- Desrealización: Percibir el mundo y las personas que nos rodean de forma irreal. Puede afectar a todo lo que nos rodea o sólo a algunos aspectos de la realidad. La realidad se vuelve extraña.
- Despersonalización: Sentir desconexión del cuerpo y/o las emociones, que se vuelven extrañas, ajenas y distantes. La mente se vuelve un observador pasivo del cuerpo, incluso puede visualizarlo desde fuera. Los límites corporales y personales parecen difuminarse con respecto a los demás.
- Amnesia Disociativa: No recordar periodos de la vida, o información relevante sobre sí mismo.
- Fuga Disociativa: Durante un periodo de tiempo, pero limitado, la persona olvida su identidad. Esto conlleva que la persona vague sin un rumbo, y que pueda asumir una identidad diferente, más o menos estructurada.
- Alteración en la identidad: La identidad cambia ante diferentes estímulos. La identidad se divide en “partes”, que presentan una conducta y una forma de relacionarse con los demás diferente. Puede existir una “parte” principal que presenta un mayor o menor grado de amnesia y desconexión de la actividad de las otras “partes”.
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Los aspectos de nuestra personalidad que rechazamos nos cuentan una historia muy importante. La forma en la que definimos quienes somos, nuestra identidad, se configura en base a las relaciones significativas de nuestra vida. Cuando en nuestra historia ha habido relaciones complejas con nuestros padres, parejas o figuras significativas, puede cambiar de modo muy profundo la forma en la que nos vemos a nosotros mismos. Nuestra mente se fragmenta, y se genera en nuestro interior un profundo conflicto, que a veces consume gran parte de nuestra energía y que nos impide vivir una vida plenamente satisfactoria.
¿Cómo manejamos la disociación?
- Autoconciencia: Reconocer cuándo estás experimentando disociación es el primer paso para manejarla. Mantén un diario para rastrear tus episodios y desencadenantes.
- Terapia: La terapia, especialmente la terapia cognitivo-conductual (TCC) y la terapia de exposición, puede ser efectiva para tratar la disociación, especialmente si está relacionada con el trauma.
- Técnicas de Anclaje: Aprende técnicas de anclaje, como la atención plena (mindfulness) o ejercicios de atención a los sentidos, para mantenerte conectado a la realidad.
- Apoyo Social: Habla con amigos y familiares de confianza sobre tus experiencias para que puedan proporcionarte apoyo durante episodios de disociación.
La disociación es un fenómeno complejo que puede afectar profundamente la vida de quienes la experimentan. Sin embargo, con la autoconciencia, el apoyo adecuado y las estrategias de manejo, es posible aprender a vivir con ella y reducir su impacto. Si experimentas disociación y te sientes abrumado, no dudes en buscar la ayuda de un profesional de la salud mental. La comprensión y el apoyo pueden marcar la diferencia en tu camino hacia la recuperación y el bienestar.
Este proyecto, este blog, viene inspirado por querer aportar serenidad, despejar las nubes del alma y que consigamos el bienestar que nos merecemos. Ya conoces qué es la disociación. Además, hemos visto los síntomas de la disociación. Recuerda acudir a un profesional de la salud mental si lo necesitas.
¡Deseo de corazón que te sirva y nos vemos en futuras publicaciones!