Aceptar y amar mi oscuridad

Durante muchos años, desde la infancia y en la adolescencia vivía en la oscuridad, hasta tenía un blog que se llamaba «Reflexiones y Oscuridad», con escritos muy góticos, muy románticos y muy pasionales (no conservo nada porque perdí toda la información que tenía en un disco duro, por lo menos me queda el recuerdo).

Con el tiempo, algo empezó a ocurrir en mi interior, algo profundo que me sucumbió en una dolorosa depresión. Tuve un despertar espiritual que me hizo ver la luz, mi primer gran despertar. Siento que he tenido dos grandes despertares acompañados de otros más pequeños, el primero con 24 años, acompañado de una profunda depresión, y el segundo con 31, este acompañado de más miedo y ansiedad. La depresión y la ansiedad han sido compañeros desde la infancia, y es ahora que siento que van dejando de serlo. Ha sido un camino de continuo aprendizaje y de sacudidas de conciencia.

El crecimiento emocional y espiritual me han llevado hasta el punto donde me encuentro ahora. Ahora tengo conciencia de que he estado rechazando toda mi oscuridad, rechazándome a mi mismo, que quería abrazar exclusivamente mi luz interior, sin comprender que tanto mi oscuridad como mi luz forman parte de mi y ambas partes forman mi ser. Cuando rechazaba mi oscuridad, en todo este proceso, me preguntaba: ¿Estoy haciendo esto bien? Si hago esto, ¿está mal? Cualquier acción que quería emprender venía acompañada de muchos miedos, por querer ocultar mi oscuridad, por no permitirme ser y por querer hacer todo perfecto, sin que nadie me criticara o me juzgara.

Los 5 lenguajes del amor

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Un bestseller constante del New York Times durante más de una década.

Enamorarse es fácil. Mantenerse enamorado, ese es el reto.
¿Cómo puedes mantener tu relación fresca y creciente en medio de las exigencias, los conflictos y el simple aburrimiento de la vida cotidiana?

Ahora que acepto mi oscuridad me comprendo más a mi mismo. Estoy más en equilibrio y bienestar, más integrado, no tengo nada que ocultar y todo es perfecto así. No hay nada malo en mí, no hay nada de lo que lamentarse o castigarse, no hay nada de lo que culparse o criticarse, no hay nada por lo que temer o estar ansioso. Siento como la losa del pecho va desapareciendo y como la niebla de la mente se despeja.

Y no es que todo ya se haya terminado, esto no ha hecho más que empezar, ahora viene lo más bonito, siento que lo peor ya ha pasado y que de aquí en adelante cada reto lo afrontaré con más sabiduría. Me siento evolucionado, gracias a abrazarme y amarme, tanto a mi luz como a mi oscuridad. Me amo, me amo como nunca antes, amo mi luz, amo mi oscuridad.

Queda mucho por hacer, aprender y desaprender. Haciendo un símil a Matrix: me he desenchufado, me he desprogramado. Y aunque a veces siga sintiendo miedo o ansiedad, no es como antes. Pensándolo bien, he estado toda mi vida con una programación y cambiarla lleva su tiempo, no puedo pretender que de un momento a otro la ansiedad y el miedo desaparezcan, pero si se gestiona todo mucho mejor y no te anula durante horas o días, o incluso semanas o meses como antes de mi primer despertar.

Quiero compartir una experiencia que tuve hace poco. Desde niño he tenido cierta sensibilidad a las energías, he visto y sentido personas que ya no están en este plano, he tenido viajes astrales, sueños lúcidos, parálisis del sueño, visitantes, etc. Hace poco, en plena noche, sentí que me tocaban con fuerza por el brazo y el pecho, algo que me alteró, me despertó y me levanté rápidamente de la cama, encendiendo la luz, todo sin prácticamente ser consciente de lo que hice o estaba pasando. Al estar ahí de pie me quedé congelado no se por cuanto tiempo, sintiendo muchos escalofríos y que la habitación bajaba de temperatura. Estaba sufriendo un ataque de pánico acompañado de un suceso paranormal. Cuando me restablecí después de un tiempo, la verdad que no se cuanto tiempo pasó, me volví a tumbar con la luz encendida y ví una sombra, como una polilla oscura meterse detrás de un mueble, moví el mueble, me asomé y no había nada.

Cuento todo esto porque fue la última vez que tuve una experiencia así y desde entonces gestiono mejor mis miedos. No entiendo bien qué fue, pero me sirvió para aceptar más aún mi oscuridad. Todo lo que nos pasa, nos pasa por algo y para bien, aunque no lo comprendamos.

Un abrazo enorme y te deseo lo mejor, que vivas con ilusión y amándote.

Aceptar y amar mi oscuridad

Este proyecto, este blog, viene inspirado por querer aportar serenidad, despejar las nubes del alma y que consigamos el bienestar que nos merecemos. Alcanza la paz interior con nosotros.

¡Deseo de corazón que te sirva y nos vemos en futuras publicaciones!

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